En los días que transcurren sin cesar,
En la labor incansable que se ha de abordar,
Las enfermeras y policías, bomberos sin parar,
Los guardias de seguridad sin descansar.
En las calles bulliciosas y en los hospitales,
Su presencia es firme, valiente y leal,
En cada turno, en cada instante, su labor vital,
Su esfuerzo y sacrificio infalibles, tan especiales.
No conocen la pausa, ni el tiempo de esparcimiento,
Su dedicación, su empeño, su compromiso sin tormento,
En la oscuridad y la luz, su presencia un aliento,
Su ética, su valor, su entrega, un noble portento.
Trabajadores esenciales en la primera trinchera,
Con valentía y coraje, su labor persevera,
En el Día del Trabajador, su labor reverbera,
Honor y gratitud, en su camino se despliegan sinceras.
Con determinación y altruismo siguen su misión,
En cada esquina y calle, en cada rostro una lección,
Aquellos que sin descanso, sin pausa ni cesión,
Dedican su vida al servicio, a su noble vocación.
En cada paso que dan, en cada gesto que entregan,
En cada corazón que cuidan, en cada llama que apagan,
Su presencia es un faro, su compromiso una bandera,
A quienes trabajan incansables, nuestra gratitud nunca vagará.