Amelia Suârez Oquendo

EL CICLÓN

Amado dame tranquilidad

aunque tarde quizás sea

para apagar este fuego

que dentro de mí alma arde.

 

Dime cual fue mi pecado

para que sola dejaras

no antes sino justo ahora

esta empobrecida vida.  

 

Anda pretencioso amor

explica por qué te fuiste

y condenada al desamor

me dejaste confinada.

 

Di cómo pudiste olvidar

que estuvimos la última vez

compartiendo con audacia

nuevos momentos divinos.

 

Recuerdo cuando te dije

abrázame amado mío

no perdamos ni un minuto

quiero hacer amor contigo.

 

Entonces caímos juntos

en un inmenso vacío

que llenamos con la pasión

de tanto amor que nos dimos.

 

Si acaso hablar tú no quieres

al destino he de preguntar

que camino debo seguir

si no podré  estar contigo.

 

Y estarán como testigos

de mi llanto a raudales

estrellas también llorando

en esa noche aflictiva.

 

Llanto como campanadas

que repliquen  se acabó

un amor que hasta el final

fue un equivocado amor.

 

Empezó como una llovizna

que en ciclón convertida

con huracanado viento

mi inerme corazón asoló.

 

Amelia Suárez Oquendo

01/05/2024