Mireia Polo Cardona

NO DISTINGO QUÉ ES LO CORRECTO

Hay tardes que se tiñen de dolor

y el recuerdo trae, a veces,

un negro desfallecimiento,

unas ganas terribles de olvidarte

o de amarnos de nuevo, no lo sé.

Ya no distingo qué es lo correcto

y qué egoísmo o soledad...

La tristeza llega a ser total,

me invade la casa y la cama

y me coge del cuello y le digo no,

basta, no te pertenezco,

y se esconde en una esquina

y se me queda mirando.