Muralla natural que agranda el castillo de la reina.
Monstruo que abraza a los niños mientras juegan.
Silencio de monje que medita, entre trinar de pajaros y pisadas que no dejan huella.
Horizonte teñido de verde, con ventanas al cielo.
Amor que no caduca y se renueva cada primavera.
Arcon de secretos siempre abierto.
Miradas complices entre caminos que se cruzan.
Arroyos de agua medio secos:
venas imprescindibles para evitar el infarto mortal que se avecina.
No hay pronombre que se lo apropie.
Dos perros corren
mientras su dueño respira.