José A. García

Al fin, nosotros

Podría distinguir
tu rostro entre la lluvia
seguir tus dedos
a ciegas en la noche
sentir el silencio
mientras arde rojizo entre tus labios.

Podría nacer
cada día entre tu párpados
vivir
cada noche entre tus huecos
morir
alimentando fuegos en tu vientre.

Pero lo que no podría
es sentir el aire sin tu aliento
amarrar sin ti, los soles de poniente
pues ya nunca seré el mismo;
nunca seré aquel que caminaba
antes de cruzarnos la mirada
antes de ser, al fin, nosotros.