Me divierte provocar
a los incautos,
hombres a todos los efectos,
construir castillos en el aire
para guardar secretos de mujer,
soplas y desaparecen.
Si levanto castillos de arena,
se los lleva el agua.
Si pasa el ferrocarril,
se los llevará de aquí.
Los ves y no los ves.
Tú tienes un Ferrari,
yo, una escoba que vuela,
cuando llegas ya he vuelto.
Príncipe, doce campanadas,
me ves y ya no me ves.