Mi mente no desespera
al imaginar tu figura;
pincelada de travesura
me enerva y aligera.
Sin prohibición ni barrera
mi pincel pinta en tu lienzo;
en toda pose te convenzo
tu libido se acelera.
Enmudece y silencia
al unisono el suspiro
se convierte en gemido
inaudible sin esencia.
Palabra innecesaria
al placer no despierta
la piel sabia y experta
no le lleva la contraria.