En el jardín de la vida, un amigo encontré.
un perro leal y valiente, que a mi lado siempre estuvo.
Su mirada limpia y brillante, en la oscuridad, relucí,.
Su amor, incondicional, en nuestros corazones moraba.
\"Eras más que un perro, eras un amigo verdadero,
siempre juguetón, siempre alerta.
Con un corazón tan grande como el cielo.\"
Recuerdo cuando las penas nos afligían.
Y tú siempre estabas ahí.
Con tu cola moviéndose y tu mirada llena de alegría.
Dándonos el valor para continuar.
Antes de tiempo partiste, dejando un vacío profundo.
Tu ausencia pesa como una montaña; bajo su peso nos hundimos.
Tu risa ya no resuena, tu cola ya no se agita.
Pero tu recuerdo vive, en cada rincón de nuestras almas.
Eras más que un perro, eras un amigo verdadero.
En los días grises, eras nuestro sol, nuestro lucero.
Desde que te fuiste, el mundo parece distinto.
Más frío, más vacío, como un eterno invierno.
Pero en cada amanecer, en cada estrella fugaz.
En cada brisa suave, en cada flor que nace.
Te sentimos a nuestro lado, tu espíritu nunca se desvanece.
Mi gran amigo, tu amor nunca perece.
Aunque ya no estés físicamente a nuestro lado.
Tu espíritu vive en nuestros corazones.
Y tu recuerdo nunca morirá.