Si quieres que vaya... iré!
y
Nada podrá interrumpirnos
los próximos 5 minutos.
Pero hoy...
Tengo el aliento
frio como el infierno,
astillándose en mi garganta
cual cristales de hielo. y
una falange de abúlicas palabras,
muriendo acribilladas en su éxodo.
Tengo arcadas, de humo gélido,
forjadas en las fraguas de los silencios,
llenas de charlas contradictorias
colmadas de estériles secretos.
Tengo el reflujo contráctil,
circulando en Mí, a contracorriente,
y un errático pulso de fusil,
en escalera de espiral descendente.
Tengo las raíces ensortijadas
secas de tanta promesa sepultada.
y las articulaciones entrelazadas ,
fosilizadas de abrazar despedidas.
Hoy...
habito en la frontera de ningún lugar
a la sombra de atardeceres desconcertantes
entre lenguas de sol y parpados de sangre.
Vestida así...solo con la niebla de mi desnudez
si aún quieres que vaya... iré.
Y ya nada, podrá interrumpirnos...