Cada colmena atesora
tal vez un millón de abejas
melosas, trabajadoras
de la miel para su reina.
Las flores del campo esperan
con sus abiertas corolas
a recibir a la abeja
melosa y trabajadora.
de mi ser pequeña abeja?
para la miel de mi reina.
Y la abejita se presta
en un intercambio mutuo
a servir de mensajera
de vida para el futuro.
Gracias da la primavera
por sus flores tan hermosas
a esa diminuta abeja
melosa y trabajadora.