Y asi fue, como te fuiste dejando un montón de heridas
a las que le costará ser cicatrices,
dejaste huellos en mi corazón y marcas llevas de amor,
nunca imagine que mi perro el más juguetón
se lo tendrían que llevar por “matador”
Yo sé, no era tu culpa, era la mía,
te falle de mil formas, y tú nunca lo veías,
tu amor por mi te cegaba, lo sé porque tú todavía demostrabas que me amabas,
aun sabiendo que no te defendí, y por miedo me escondí
en mi habitación, donde lloré y me arrepentí…
Mi querido Blase solo pido volverte a ver,
aunque tal vez me clave astilladas de tu corazón al saber que te falle,
y tanto demore para volverte a encontrar
aunque yo sabía perfectamente donde tu ibas a estar.