A pesar del paso del tiempo, trato por mantenerme en un estado de tranquilidad, abrazando lo inesperado.
Como las caricias del viento sobre mi piel, que me susurran a mi oído y aún puedo escuchar una inolvidable sonrisa a la distancia.
Sintiendo su presencia, espero verla regresar en un velero desde el horizonte, mientras contemplo el mar solitario.
No dejaré que las arenas movedizas de la desesperación me traguen, por completo; seguiré luchando.
Hasta el día de hoy, nuestra relación no alcanzó su objetivo, todavía le queda camino por recorrer.
soy consciente de que todo empezó en blanco y negro, sin haber llegado a un tono gris.
Mi fe y mi esperanza son inquebrantables, espero que nuestro amor perdure, más allá de las limitaciones del tiempo.