El lobo es agresivo,
lo es por naturaleza.
No intentes disuadirlo,
si atento está a su presa.
Y una liebre insolente
saltaba y se burlaba
sobre aquel pasto verde
haciendo melodramas.
El lobo la veía
estando agazapado
de forma muy sumisa
mostrándose muy manso.
La liebre muy astuta,
veloz y también lista,
confiada y muy ilusa
pasaba escurridiza.
Y así pasaba el tiempo
burlándose del lobo
pero en ese momento
se apareció un gran oso.
El lobo salió huyendo,
la liebre… ¡No escapó!
Y el oso corpulento,
la liebre hizo pinol.
¡Y qué triste agonía,
sufrió la inquieta liebre!
Si al irrespeto incitas,
de pronto se revierte.
De nadie tú te burles
que la burla se paga
porque siempre más tarde
otro a ti te desgarra.
Y tampoco descuides
tu vital retaguardia
si burlándote vives
te darán por la espalda.