Vamos contando pasos. midiendo las mínimas distancias.
Las sombras están más cerca de su claro de luna.
Mientras, las palomas amasan un nido de plumas en un arrullo prolongado.
Todo es bullicio, bullicio, bullicio... luego, el silencio, silencio, silencio
una soledad de autómatas y de ojos vendados
El tren ha dejado sus estelas
de nube plata, partió a lontananza en busca de sus idilios
¿las historias son mejores? - sí, si conservan su imagen de pasado. -
- ¿Me has dicho que olvidé tu nombre...? ¿quién eres... ?
-Responde..., - ¿Tiza en papel y tablero olvidado?
sus huellas hacen caminos;
extensas réplicas de una piel que se dilata... se pospone y sobrevive en las temperas
y los colores de escalinatas. Los autos, las bicicletas;
los niños vienen y van. Los imaginarios de la mocedad gira sus dientes de piñones desgastados.
Hay voces como campanarios,
crepitaciones y portones entreabiertos
El bus del mediodía hace su parada consuetudinaria.
Un perro ladra e intenta saciar su hambre de canido amaestrado,
mientras un gato respira el estertor de sus
ronroneo y caminata en los tejados
Las muertos atisban la hora de su último adiós,
las flores lloran,
los hombres salpican el día de demencias,
mientras una turba de merodeadores
mastica las somnolencias de su pan nocturno.
Me das un abrazo, luego un beso y otro y otro
El amor cuelga de un péndulo
y las vidrieras de los grandes edificios
respiran las cucañas multiformes.
la vida nos llena de estupidez
y se va escapando en los espirales
de mi último cigarro.
En bocanadas de humo
siento como si lentamente
se me escapara el alma.
Pinceladas en un papel
y lluvias en las mañanas.