Le he pedido al alba que te llame
para poder amarte como eres;
a la noche le he pedido tu mirada
y el desnudo anhelo de tu vientre
para así anunciarte mía, para siempre.
Quiero reclamarte como eres
quiero saciar la sed de tus espacios
y ofrecerte el corazón como palabra;
a ti, que me llegas desde mis primeros tiempos
convirtiendo en palacios, mis escombros.
Pues no quiero horizontes sin tus mundos
ni quiero relojes sin tus horas
ni tu voz sin tu sonrisa
ni mis ojos sin mirarte…