Me atraes distante mirando mi actuar
como aquel instante en que te descubrí.
Te vuelvo a encontrar en aquél lugar
en reunión de amigos y nuevamente me atraes...
Si atento, juicioso, escuchas mi hablar
y te veo confuso, me atraes también.
Me atrae la ropa que cubre tu cuerpo,
que oculta tu pecho y lo quiero agitar.
Me atraen tus labios besando mi cara
y por todo mi cuerpo los quiero deslizar.
Me atrae tu abrazo acompañando el ritual
de saludo y despido casual y siempre lo quiero eternizar.
Me atrae mirarte muy cerca de frente
descubriendo el diablillo con cara de inocente.
Me atraen tus cejas soñadas, hermosas que enmarcan
tus ojos de color profundo que no logro descifrar.
Me atrae tu esquivo mirar a veces calmado,
otras consternado, contando las historias
que ágilmente suelo interpretar.
Me atrae tu cabello adornado con hilos plateados,
con mis labios los quiero atrapar y entre ellos mis dedos deslizar.
Me atrae tu cara que cuenta el agite del encuentro con Eros,
las Musas y demás...
Me atrae tu boca a veces expectante, siempre fascinante
y a ella me quiero colgar...
Me atraen tus cálidas manos, a veces tibias
y otras congeladas, siempre agradables aceptan
las mías cuando a ellas me acerco y las suelo besar.
Me atraen tus brazos, aceptando un abrazo
que pide mi cuerpo y apuras a dar.
Me atrae tu cuerpo, tendido, tranquilo
tan solo cubierto de aceite fragante
esperando masaje sensual...
Me atrae tu piel, es suave y sensual,
tu pecho que siento a veces palpitante
y siempre... siempre te quiero estrechar.
Me atrae tu cuerpo vestido o desnudo,
te pido me dejes su ropa retirar y obtener así
el trofeo pendiente que debes entregar...
Me atraen tus labios y cuando los mueves
en forma sensual si callas, ríes o hablas
con mi piel y mi boca los quiero ganar...
Me atrae tu vida aunque sea prohibida...
me atrae tu esencia, tu ser, toda tu existencia,
aunque se convierta en atracción fatal.
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