A Gustavo y Candu,
que saben que los quiero
Primer quebranto que en mi vida hubiere
fue el partir al cielo de ese ángel niña
trocito de vida, amor de mi hermano,
luz encendida.
No estar el alma en el dolor templada
quebró defensas de mi ser de padre
haciendo mío ese dolor cercano,
llama inflamada.
Fue Candelaria que voló primero,
lágrimas que duelen desde ese tiempo
a pesar del consuelo, lago calmo.
¡Cáliz que vive!