Si miras mañana mi llanto
rodar por mis ojos serenos;
que corra veloz y sin frenos
que lave mi triste quebranto.
Se pierde del mundo su encanto
al ver los pesares ajenos;
que llevan mortales venenos
envueltos en fúnebre manto.
Abraza la noche conmigo
y siente el dolor que atenaza
a quienes la pena demuda.
Tu debes de ser el testigo
que escucha la queja que abraza
y brinda al que sufre su ayuda.