Observando en éxtasis el rostro amado
de Jesús doliente, muriendo en la cruz
mientras tu le admiras, te enamoras más
y deseas ferviente Su lugar tomar.
Te enternece el Niño, que en tus brazos
sueñas con mecer un día,
y entregas tu vida, veinticuatro años,
por amor a Él,
ya desde tu lecho, con una sonrisa
respirando apenas, Lo ansías mecer.
Tu mundo es Jesús, y es sueño
la unión,
deseo de pocos, que Él pronto te lleve
pues es un martirio, amarlo en ardor
y por tanto amarlo, morir de Dolor.
Mas, todos los días
Tu Amado Señor
Te adora Presente
en sólo una flor.
No falta Su Rosa
asomada oronda
frente a tu balcón,
¡Respuesta de Amor!
Eres Su Florcita,
Santa Teresita,
La que El Ama mas.
Descansa Pequeña,
que pronto Vendrá...
Y Tu, mi adorada,
Graciosa y eterna
junto a querubines,
mecerás al Niño,
adorando al Cristo,
perpetuando el Cielo...
Junto a Su Rosal.
A.E.C