¡Ay amor! Si supieras que he guardado.
Todos los besos que nos hemos dado.
El tiempo pasa, pero las memorias permanecen.
A pesar de todos los hechos que hoy acontecen.
Recordar el sabor de tus besos es algo complicado.
A veces me pregunto si esto es necesario.
Dijiste el amor de tiempo entero, deja cicatrices.
Yo no olvido todos los te quieros, están en mis raíces.
¡Ay amor! Está cuesta arriba volverte a tener.
Cuando tú fuiste quién me dejó en el ayer.
Porque tú a diario te enamoras.
Ellos son perfectos, con ellos colaboras.
¡Ay amor! Qué tan duro es el olvido.
Que ante el dolor, piedad es lo que pido.
Si quieres por escrito te lo solicito.
No estoy bien contigo, menos solito.
El amor que ayer te dí, se desvanece.
Lo que tú sientes por él, todos los días crece.
Un hombre cómo él, es lo que tú mereces.
Aunque a veces pienso que exageres.
No soy nadie para competir con él.
Es simplemente perfecto, no compite con el ayer.
Por más que intenté ser eterno en tu memoria.
Terminé en el mismo cajón de recuerdos para olvidar.
Ni siquiera creo que recuerdes que te besé.
Pues siempre dijiste que nunca lo hice bien.
Por más veces que yo aquí te extrañé.
Te entregaste a ciegas y sin saber a quién.
Hoy para ti es el amor de tu vida.
Te casarás dentro de pronto.
Y de esta existencia yo ya tengo salida.
Solo me falta el valor para abandonar.