Qué parte de mi dualidad es evocada
Cuando vengo aquí y toco esta puerta
No para saber si alguien abrirá cualquier portal
No para reconocer el presente con algún sonido
Se trata de un ahondamiento
La búsqueda de un eco que resuena en mí
Poso mis manos benditas sobre mi pecho
Es mi corazón una isla sin hábitad
Descansan mis palmas como un consuelo medido y cotidiano
Reconozco el desvío desde el inicio
Y no hay miedo en decir y en hacer
Solo imaginamos una lluvia cayendo sobre nosotros
Una lluvia de sauce que bendice al caer
Y damos gracias
Y hay silencios por puro gusto
Por pura sintonía que atropella y está constantemente ahí
Gracias al tiempo que pudo entregarnos un caudal
Gracias a la búsqueda de la alegría diaria
A la mano que nos entregó un escudo invisible
Que enseñó del dolor y el sufrimiento
Y ver el ojo como un Sol
Tenemos en nuestras manos la cercanía del poder
Células reunidas y vibrantes
Líneas que simbolizan la tierra y la vida
Se oye el caudal y el sonido del agua al caer
Sentimos las estaciones como nuestras
Liberamos y dejamos espacio al bien que nos obsequia la tierra y la lluvia