Entrego con mis labios de azucena
el cálido deseo en cada gesto,
aumenta el desvarío del honesto
remate con la marcha que refrena.
Se escucha el corazón en cada vena
y deja piel con piel al \"core\" presto,
pezón al descubierto, casi enhiesto,
que todo paraliza y desordena.
Nos llega con amor la primavera
y hacemos de color el cielo airado
que irrigue de dulzor hasta la cumbre.
Calienta con fervor mi suelo helado,
provoca la pasión lluvia ligera
para romper con besos la costumbre.
Crystal CG.
Rimas del “Soneto XVII” de Garcilaso de la Vega.