La poesía contemporánea
no está preñada de erotismo,
ya no eriza la piel el verso,
ni las metáforas de caricias mentales,
mojan pantaletas.
Ni siquiera es políticamente incorrecta,
infernal, caótica o beligerante,
sólo contiene prudencias sensualistas
y una precaria habilidad camaleonica,
disfrazada de ingenuidad.
Los poetas de este tiempo,
mujeres y hombres por igual,
son pragmáticos y efectivos,
y hacen del poema un preservativo
que procura contener el orgasmo.
Alexander Elías2024
#perversioncitas