Mario Cardenas Muciente

Casa Vacía

Me levanto por la mañana y clamo un \"buenos días\".

El silencio sigue de cerca esa última silaba y las únicas que podrían responderme son mi paredes frías.

Busco que comer, un sentimiento de melancolía mueve mis manos tomando las cosas a su diligencia.

Es poco lo que tomo, pues sola en la cocina está mi presencia.

Me alisto para salir a trabajar despidiendome de las sombras, diciendo que voy a regresar.

Cierro el candado del portón en esta mañana fría, pensando en el porque me despido de una casa vacía.

En el transporte público pienso en mi propia agonía, mientras veo los rostros de los demás pasajeros, algunos con sus miradas sin vida.

Durante mi jornada me quejo de la monotonía siendo consciente de que durante mis tiempos libres hago lo mismo todos los días.

El reloj marca mi hora de salida. Retorno a mi casa cansado de tanto pensar pero con cierta alegría.

Que es totalmente eclipsada por una ligera tristeza cuando vuelvo a la realidad de una casa vacía.

 

- Mario Cardenas, 2024 -