El amor es un soplo de aire fresco
que embauca el corazón,
una sinfonía de Mozart,
un tango bailado con pasión.
Una mariposa revoloteando tu vientre,
un perder la razón en una sinrazón
llena de contrastes y felicidad
como nunca me he sentido yo.
Es una flor llena de ternura,
un barco sigiloso
en la ensenada del puerto,
una violeta abierta
en un jardín peligroso.
Dos personas en una,
sentadas, viendo la luna,
aderezando la noche
con fragantes caldos.
Miedo a la muerte,
esconderse sin salir a verte,
un silencio mediocre, un ruido silente
ajetreo en los muelles de una cama
suspiros del alma.
Estar dormido despierto
hasta la aurora vespertina
en abrazados silencios.
Una espiral de sentimientos vagos,
un elixir de otros tiempos,
la felicidad es un árbol lleno.
Un río de lava que te penetra
las entrañas, siempre al acecho.