Aquí nada está dicho…
ni siquiera existe el yo,
suspiro ancestral desesperado
que escribe que las tinieblas
es mejor para mirar adentro
de todo.
Yo digo…
las tinieblas no existen
solo coexisten conmigo
y han de durar
lo que se tarde en abrir los ojos
o el alma.
Y yo que creí que estaba
muriendo…
contemplo finalmente que dentro
o fuera del ser
puede haber luz de mil soles
o tal vez
la madre de las tinieblas,
que solo será la luz interior
lo que se mire
aun en la postrera hora
o con los ojos abiertos
y de cara al sol.
Bolívar Delgado Arce