gracias a su propiedad antipirética”
No se trataba de escribir alocadas
y repipis metáforas,
ni de buscar la excelencia
a través del parnasianismo esteticista
ni de hablar de la dulzura del Paraíso,
ni de los supremos ideales del amor,
ni del dogma de la religión,
era cuestión de abrir el alma
y de sacar al relente de la madrugada
lo que a lo largo de la vida
se va transformando
en un especial caldo de cultivo,
de esos que se sirven taza a taza,
así hasta el último trago
de aquello en concreto
por lo cual nos hacemos preguntas.
Es inmenso el abismo
que hay que recorrer
para llegar hasta allí
donde se encuentra el alma,
y en su interior bien escondidas,
entre pliegues,
esas cuestiones
que fueron consideradas dignas
de llegar hasta tan alta estancia
para formar parte del ser.
Se podían ver
de nuestras profusas existencias,
lo más digno
de los días ya pasados
y de los días que están por llegar.
Todo bien detallado y apuntado
dispuesto para ser analizado
y estudiado.
Entre lucideces y sueños
mientras la sangre corre
y las horas pasan
este asunto de pensar se convierte
en un interrogatorio constante,
de uno con uno mismo
y es que las noches son duras
y ésta especialmente ha sido tejida
con hilo de oro muy fino
y bramante muy fuerte
extraído a las hojas de piteras,
de esas que se crían
en las zonas desérticas y esteparias.
Por fin ahora termino de escribir.
Ya me dejo llevar por el poema,
hasta que se toca el fin.