Un beso avergonzado
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Entre la fina arena
y el frescor agradable de la brisa
todo lapsus me llena,
pues corriendo deprisa
sigue el eco jovial de tu sonrisa.
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En esa misma playa,
el recuerdo de un beso avergonzado
me sigue a donde vaya,
con el runrún pausado
y allende de las olas del pasado .
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En cada nuevo ocaso
revivo aquellos días tan inquietos,
dejaron paso a paso
momentos y secretos
en algunos rincones indiscretos.
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Nadie borró las huellas
de un amor que al besar cerró los ojos.
Bajo miles de estrellas
o en los ocasos rojos
siguen nuestros “te quiero” entre matojos
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Allí siguen dos nombres,
escritos en algún lugar perdido;
no dudes ni te asombres
yo el tuyo no lo olvido
sigues siendo un momento muy querido
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Poema : Ramón Bonachí.
Óleo sobre tela : Claudio Bonachi.