El verde de la enramada,
como cristalino lente,
refresca con el ambiente
la vieja vista cansada.
Hoja de frutal diezmada
por el sopor caluroso,
pone su pecho honroso;
en Mayo se ve calmada.
Fruto parido forzoso,
en suelo casi fingido,
muy simple poco sabroso.
Sin flor que bese la brisa,
el jardín de verde se viste,
pero, la vista persiste.