Eres como la gardenia,
blanca y pura como el sol,
tu belleza me deslumbra,
y en mi pecho deja un eco.
Tu fragancia embriagadora,
me transporta a otro mundo,
donde reina la armonía,
y todo es perfecto y profundo.
Eres como la gardenia,
tan delicada y serena,
me llenas de alegría,
eres mi musa y mi condena.
En cada pétalo encuentro,
un susurro de tu voz,
que me guía y me alimenta,
con amor y con ardor.
Eres como la gardenia,
mi sueño más preciado,
brilla siempre en mi memoria,
como un tesoro guardado.
Y aunque pase el tiempo,
y las flores se marchiten,
tu recuerdo perdura,
en mi alma y en mi mente.
Eres como la gardenia,
mi eterna inspiración,
sueño con tu presencia,
y con tu dulce canción.
Eres la flor más bella,
que en mi jardín floreció,
eres como la gardenia,
mi amor, mi pasión, mi sol.
“Serl”