Tengo miedo de olvidar tu voz,
como olvidar lo que me hacías sentir.
Temo no alcanzar el cielo donde estás,
y perder el tiempo que aquí dejé ir.
Me atormenta seguir sufriendo tu partida,
mas temo culparte por mi miedo.
Sé que no es tu culpa, es mi caída,
cavando en mi mente un lúgubre enredo.
Esta mente errática llega al núcleo,
donde yace mi temor, mi agonía.
Pido clemencia, piedad en mi rueco,
que el mundo comprenda mi agonía.
Ya no puedo vivir con tanto miedo,
en un mundo donde ya no estás presente.
Pido al universo, en mi desvelo,
que sane esta herida tan latente.
— Dorayne Méndez 🍂