Separado mediante actos divinos,
sufrido cantante vióse bifurcado,
y partió en llantos desde vorágines,
tapando montañas las cuales
no supo apreciar durante años.
Tan solo reflejado en esas lagunas de lágrimas,
odiaba tanto a esos lechos que, tan sólo,
no conocía, no devanaba.
Transformado en Dos,
el otrora lúgubre paisano fiel
volcó un pesar en fuegos
y sobrevino al temor,
mediante ropas negras
y magnánimos collares...
Tan cierto, sabiendo,
que Uno obtenía el poder
del odio consumado,
de la acción y de la actuación,
mientras el Otro tan puro y diestro,
estaba destinado a ser conocido tan poco..