jvnavarro

DE LO QUE VI QUEDA ESTO

 De lo que vi queda esto,
un no se qué vacío,
un poema,
una estancia llena de soledades,
cuatro sillas, una mesa,
un televisor y en el suelo una estela,
un mar que se iba
muy hacia adentro,
con sus barquitos de madera.
 
Vi gentes pasar
que parecían recubiertas de cera,
a unas gaviotas volar,
nerviosas ellas,
sobre un puesto de helados, 
seguro que querían
la nata y la fresa,
de los ojos serenos
de unas bellezas, 
que por allí regresaban
después de una loca noche de fiesta.
 
Es propio de los veranos
que de repente llegan,
que la gente se quite ropa,
que las alegrías llenen las bodegas
de los bajeles de piratas
que habitan en los pechos
de quienes se sienten poetas
y entre manzanillas
y té y toda clase de aromáticas
hierbas, 
por este paseo con acacias
de una playa cualquiera,
se ve a los turistas,
cada cual de su procedencia,
lucir los tipos
mientras juegan a componer un poema.
 
\"Te quiero,
porque tu amor me llega\",
decía el improvisado poeta.
Lo cuento de esta manera
porque así ocurrió la escena.
 
Ya por estas tierras
se siente como se entregan
los enamorados en las playas
a jugar con la arena,
haciendo castillos,
poniéndose en el cuerpo crema,
tomando el sol,
oyendo música perrera,
o si a nada se juega,
procurándose lujurias 
que entre ellas se enredan.