Juan Ignacio Clavero

LA CICATRIZ DEL HOMBRE PERCUDIDO. (Soneto parnasiano)

 

La cicatriz del hombre percudido,

como si de Estocolmo se tratara,

es el orgullo de lo que ha sufrido

y el recelo que aquello le pasara.

 

Desfasado en un mundo enceguecido

como si ese pesar lo liberara,

deambula cual un ente incomprendido

como si la demencia lo abrazara.

 

Desea al ignorante su experiencia,

procura al egoísta sus valores,

le ordena al arcoiris los colores

 

pues no sabe de límite su ciencia

para el aprendizaje -con frecuencia-

receta al inocente sus dolores.