La vida es un regalo
que tiene mil etapas,
hay unas con sonrisas
y hay otras con desgracias.
Tomemos las primeras,
dejemos las nostalgias,
y hagamos un rosario
con tiempos de la infancia.
También con esos otros
de juventud pagana,
allí, donde encontramos,
caricias y palabras.
Instantes y suspiros
naciendo de dos almas,
con rasgos juveniles
y algunas telarañas.
¡Qué días dio la vida,
y ratos de añoranza,
viviendo del regalo
y tino de su magia.
Quedémonos con esto,
la vida llega y pasa,
dejando mil recuerdos
con sueños y con nanas.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/05/24