Byron Reyes Medrano

Perla Sagrada

Las vertientes de las manos,

Han de Cultivar las milpas,

Donde se extienden los campos verdes,

Donde nace el trigo y el maíz.

 

Hemos de ver al campesino,

Con la cosecha atuto en el morral,

Cansado y agitado,

De las matas paridas del maisal.

 

Benditas son tus tierras,

Donde se elevan ardientes los volcanes,

Con la elegancia de Darío y la bravura de Calderón,

Y un lago místico y sin igual,

Donde temibles tiburones hicieron de su casa.

 

Su raza, única y original,

Valiosa joya amada,

Dignos de Andrés y Diriangen

Nicaragua, mi perla Sagrada.