Aunque mi vida ha sido una mecha apenas húmeda
Alimentado por algún escaso y volátil combustible
Cuyo final ignoro cuándo llegue
Por esa flama que brillaba apenas agradezco
Pues de mano en mano pienso provenía
De mis ancestros que con sus palmas protegían
Para entregarme la última con esperanza
De que la siguiente esa luz casi extinta yo fortaleciera
Como la copa más alta no se distingue
Y de tan lejana ignoramos qué contiene
Así de mi destino prevalece el enigma
Mas la seguridad de su naturaleza entremezclada
Del que cada uno aportó su dote
A veces vívido como un golpe me sacude
Y pienso que alguno o varios de ellos
Por densas sombras aún deambulan
Tantas historias tejidas en tinieblas
Me dieron ese carácter tan huraño y sombrío
Y si risas y placer hubo fuera de los sueños
Viajaban en carromatos perfumados
A través de bosques y las nieblas
Lejos de mundanas y frívolas vanidades
Arrastrados por nobles bestias
Anunciando su cruce los pájaros y las estrellas
Reyes y mendigos que a la mar se fueron
Y del mar trajeron el yugo y el destierro
Para imponer a su vez a los reyes y mendigos
A veces me parece verlos todos juntos
Juntos con sus crímenes y castigos
Justos con sus virtudes y proezas
Es tiempo tal vez de bruñir la lámpara tiznada
Conseguir un combustible más eficiente
Y escoger de mi escasa estirpe conocida
El fiel guardián, el velador constante
Y decirle humildemente “yo no supe”
Es hora tal vez de reconocer que mejor es
Quien contra viento y marea sobresale
pero más bueno es el incógnito que sin ambiciones
Contra viento y marea es feliz y además útil