Hay cosas que llegan, que tocan.
Cosas que se aparecen,
y se parecen a viejas pretenciones.
Auténticas formas de estar
y perecer.
Tengo un hálito expirando la esperanza;
que se atora, como eco sin fin
en mi garganta.
Tengo una voz hueca, muda, sin nacer...
Son palabras que implosionan mis entrañas
porque vienen desde dentro
sin pedirlas, sin querer.
¿Serán tus miradas sin preguntas,
las respuestas que necesita mi razón?,
o simplemente, son un don.