Me hicieron lobo de un cuento
me ofrecieron el papel,
y aunque bien me lo estudié
la verdad, no lo comprendo.
Mi misión era asustar
a una mozuela de rojo,
rubia con trenzas de oro
que a su abuela iba a visitar,
en un bosque muy frondoso.
Y allí estaba escondido
esperando a que pasara,
afilando mis colmillos
y limpiándome las garras
cuando de pronto un sonido,
me avisó de que llegaba
y al ver que cerca pasaba
me lancé, dando un aullido.
La verdad, no se asustó
creo que me esperaba,
en vez de huir asustada
contra mi se abalanzó
sin dejar que me escapara.
Me resultó un poco raro
vaya cuento mas extraño¡
su vestido se quitó,
y desnudó sus encantos
ante mi, el lobo feroz.
Empezó a besar mi cara
y a tocar todo mi cuerpo,
sus pechos me restregaba
con sus botones bien tiesos,
y como loca, gritaba¡
Me tiró sobre la hierba
sin lugar a reaccionar,
y su boca y su lengua
no dejaban de chupar,
todo aquello que sobraba.
No entiendo lo que pasó
ni explicarlo creo que pueda,
pero me hizo el amor
rodeados por la hierba¡
pero no todo acabó,
sin que moverme pudiera
sobre mi se abalanzó,
la marrana de la abuela
vaya tela¡ vaya dos¡.
Me hicieron lobo de un cuento
diferente al que sabía,
y cuando al fin me creía
que las dos tenían bastante,
sin que pudiera escaparme
apareció también la tía
y ale¡¡ a darle a las tres,
una buena medicina
sin receta ni papel.
La verdad es que este cuento
como en todos los demás,
tiene su parte en que miento
y otra de realidad,
lo que si es verdad y mas cierto
es que si lobo quisieron,
me convertí en un chacal
sin comerlo ni beberlo¡.
Así como lo he contado
lo podéis imaginar,
y colorín colorado....
este cuento se ha acabado,
mañana, otro caerá.