¡Ah, cómo desvelan mis pupilas, estas noches ciegas,
sin la luz de sus ojos magia, desde la ausencia!
Mira, estoy eclipsado y bajo sombras,
y tú luz que era omnipresencia,
brilla en otros ojos tu mirada transferencia.
Volverá mi sueño si regresa,
que obnubilado no pierdo mi esperanza.
¡Vuelve mi Sol, acaba mi penumbra espesa!
¡Vuelve a mis sueños, esos tus ojos sortilegio!
Entonces culminarán desvelos en tu mirar espejo.
Isaías González Arroyo