(A Rosa María Santana Vega, por su poema \"Carta a usted hombre\")
Qué puedo decir mi señora, mi dulce señora,
yo, que me vestí de acero y, como hombre,
intento seducirla con un amor sin nombre,
sin saber usted que mi corazón la implora,
que le está pidiendo a gritos un abrazo,
un beso, para esta alma ya en decadencia,
pero que callo, callo cruel, y amordazo
¡mi vida, que la Tristeza mísera me silencia!
Qué puedo decirle, si es tan vano mi intento
de amarla tanto y, sin saberlo usted, me doy
entero, fingiendo ser lo que yo... yo no soy,
porque me asusta mucho lo que por usted siento...
que vago desnudo en su mundo de locura,
esclavo de usted, sí, ¡su esclavo siempre fiel!
con mi corazón blando, y mi piel tan dura
probando su amor, tan amargo como la hiel...
Qué puedo decirte, cómo hablar sin palabras,
cómo amar sin corazón, implorando a ese Dios
que me abraces, que me ames, que te abras,
sabiendo que todo acabará con un simple \"adiós\"...