Llegan fantasmas del pasado,
provienen de la lejanía,
azotes que no presentía
crei haberlos superado.
Cuando me he enamorado
de una mujer que valora
al nuevo hombre de ahora
y no al equivocado.
Destino que no perdona
a un hombre convertido
de su fe y comprometido
para amar a la que lo adora.
Dime Dios ahora que hago,
para no perder a mi amada,
enfrento con mi espada
o desaparezco como mago.