Pensando la vida como un rompecabezas,
un rompecabezas el cual
algunas piezas están perdidas,
por lo que no sé cuántas me quedan por encastrar.
Recuerdo las que estaban puestas y se perdieron
o las que había puesto en el lugar equivocado.
Ahora veo todas las que tengo en la mano
y no las puedo poner
en ningún lado.
Sí, tengo un puñado de piezas
que no encajan en este rompecabezas
aunque quisiera.
Descartarlas no es una opción
aunque parezca la única
Las piezas se van volviendo dagas en mis manos
y cada vez me aferro más a ellas
aunque lastimen.
Mierda que lastiman,
una porque se va de viaje,
otra porque la amo y no me corresponde,
otras son libros -este libro entre ellas-,
otra es el éxito, pero ese rompecabezas sólo muestra fracaso.
Todas son sueños,
sueños como piezas
piezas como dagas.