En el jardín de los recuerdos, donde las flores florecen,
donde el Alzheimer se lleva los pétalos del recuerdo.
Allí estás tú, amada, perdida, pero siempre en mi mente
en ese laberinto, luchando, siempre resistente.
Tu memoria podrá desvanecerse, como las hojas en el viento,
pero el amor que construimos, no tiene final ni destino.
Aunque no recuerdes mi nombre, o el sonido de mi voz,
estaré a tu lado, mi amor, en cada amanecer y cada situación.
El Alzheimer puede llevarte, pedazo a pedazo, día tras día,
pero no puede llevarse los versos que escribimos, eso es mío, eso se queda.
A través de la niebla de tus pensamientos, acarició tu mano,
y aunque parezcas lejano, aquí estoy, siempre a tu lado.
En el jardín de los recuerdos, sigo plantando verso tras verso, amor y risa
y aunque el Alzheimer lo intente, no puede borrar nuestra vida.
Así que aquí estamos, mi querida, en este viaje, tú y yo,
y aunque el camino sea difícil, con amor, todo es más hermoso.