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MADRE ven, imprímeme tu presencia
llévame al cerro de tus ángeles,
un monumento se forja en mi corazón
durante rezamos los franciscanos
advocación, de la Inmaculada Concepción.
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Envuélveme en tu manto de ternura
que tus estrellas iluminen mi soledad,
hay un altar, en mí, a tu divinal bendita
que mitiga mis sufridos momentos
que, como a los ancianos la fe precipita.
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Recógenos y ven, la sin pecado concebida
Dios te creó MUJER, JESÚS en reina del paraíso
su Espíritu Santo, divino misterio… en ESPOSA
en día del pilar nos ponemos a tus pies, inmaculada
MADRE VEN, por siempre la más hermosa.
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Dr. Rafael Mérida Cruz-Lascano, OFS
Guatemala C. A.