Otoño

Rehenes

Entre mil rostros, te pude encontrar

al ritmo de la lluvia que caía afuera.

Mientras unos reían 

por ser viernes nomas. 

 

Tal vez te conozco

de alguna otra vida.

Por eso ahora

nos cruzamos todos los días.

 

Y nos buscamos

cuando no sabemos nada del otro.

Pero somos culpables, rehenes de miradas

de las cuales no sabemos escapar.

 

Me gusta mirarte, 

no lo puedo negar.

Es una mania

que va más allá de mi.

 

Pero afuera sigue lloviendo

mientras te escribo

otra vez.