Escucho voces en mi cabeza, la mayor parte del tiempo me usan tal cual vil instrumento. Cada una afecta el cómo me siento, es un duelo constante algo siniestro.
Se interponen en mis acciones, en mis movimientos. Unas me hacen dudar incluso del resto, provocan en mi mente sentimientos que me hacen molesto.
Ira, desprecio, rencor, despecho, egoísmo, frustración. Es tanta sensación que corrompe mi corazón.
Vaya, pero no es solo lo que perturba mi alrededor.
Noches de insomnio continuas, lágrimas, sonidos, apariciones.
Mis sueños se vuelven visiones, con la muerte tengo serias reuniones.
Ella me dice que el tiempo es escaso, yo le interpreto que me otorgue más plazo.
Los sueños terminan sin llegar a un trato.
Busqué el recurso de todo mortal, me arrodillé rogando al techo, pero fui ignorado. No encuentro consuelo en ningún lado, cada día camino más desahuciado.
Nadie entiende lo que siento, nadie entiende lo que escribo. Dicen, \"ese tío está jodido o en demencia ha caído\".
Me siento ignorado e incomprendido, pensar ya es todo un martirio.
Asfalto se ha hecho mi camino, en un océano me siento perdido
Mi mente se ha vuelto mi peor enemigo.