Libres son las decisiones,
los puntazos ensangrentados,
las heridas buscadas,
los grandes errores, los escasos aciertos.
Libre es tu mirada profunda, tu mirada esquiva
tu ingenua sonrisa, el timbre de tu preciosa voz
y el hambre, a veces atroz.
Libre es tomar la autoestima necesaria,
libre, sin perjudicar a los demás,
libre es beber el vino justo,
el capricho merecido tener,
el pan sin disgusto comer
el conocimiento sin medida,
el saber en vena, como droga, quizás,
la opinión trabajada
opinión repensada de nuevo y discutida,
sin más.
Libertad, divina palabra
el vino justo
el pan sin disgusto.
El saber en vena, como droga.