Procuro quererte
con todas mis fuerzas;
igual que se quiere
de Dios su grandeza.
Mi sueño indeleble
pretende que seas
el sol que me ofrece
la luz más excelsa.
Mi amor permanente
será mi propuesta;
y quiero que aceptes
sin dudas que hieran
del alma su meta
¡de amarte por siempre!
Autor: Aníbal Rodríguez.