Gonvedo

SEPTIEMBRE

Como si no hubieran pasado

los días de una vida, vuelvo a septiembre

como un pájaro nacido en la ausencia,

guardando la firme promesa de mi vuelo.

 

Vuelvo a septiembre, y el cielo sigue

siendo azul, aunque las calles parecen

más oscuras y los días hayan sido

borrados de mi vocabulario.

 

Aún no es otoño en los tejados,

ni la ciudad se apura bajo la lluvia

y, tal vez, tengamos tiempo

si cierran pronto las barras de los bares,

para tomar el pulso a una última caricia.

 

Vuelvo a septiembre, un septiembre

colgando nidos en las ventanas,

viajero de otras noches olvidadas,

donde las estrellas imaginaban las tormentas

y los planetas se ocultaban tras el vuelo de tu falda.

 

A veces, el amor, se nos hacia noche en los portales.

Septiembre, sí, solía tener tus ojos.